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El Liceo no puede morir

Publicado en el diario La Verdad el 26 de julio de 1973

En 1946, en un chalet propiedad de Adrián Viudes situado en los terrenos que actualmente ocupa el campo de fútbol, Antonio Sequeros estableció un Centro de Enseñanza que se denominó el LICEO.
Durante casi 25 años estuvo funcionando para alumnos de nuestra localidad y toda la comarca, ya que era el único sitio, además de Orihuela, donde se impartía el bachiller.
A partir del año 68 comenzó a funcionar el Instituto que, precisamente lleva su nombre, Antonio Sequeros, y se cerró definitivamente el ya viejo Liceo.
Como testigo de su existencia solo queda alguna palmera, justo detrás del campo de fútbol.

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